Google ya no busca, responde
La transformación de Google ya no es solo una cuestión técnica; es estructural. Lo que comenzó con el auge de ChatGPT en 2022 ha derivado en un cambio profundo en la forma en que accedemos a la información online.
La transformación de Google ya no es solo una cuestión técnica; es estructural. Lo que comenzó con el auge de ChatGPT en 2022 ha derivado en un cambio profundo en la forma en que accedemos a la información online.
Un reciente estudio de Harvard ha puesto cifras a algo que muchos profesionales ya intuíamos: usar IA en el trabajo no solo mejora la productividad, también transforma la forma en la que nos relacionamos con nuestros equipos y resolvemos problemas.
Meta ha empezado a probar en Instagram una función que sugiere comentarios automáticos generados por inteligencia artificial.
El pulso entre modelos como GPT-4.5, Claude o Gemini frente a propuestas como DeepSeek-V2 o Hunyuan-T1 ya no es técnico. Es geopolítico, económico y cultural. Y en ese tablero, China se está moviendo rápido, con inteligencia estratégica y una hoja de ruta clara.
La medida, impulsada por la Administración del Ciberespacio de China (CAC), establece que textos, imágenes, vídeos, audios e incluso escenas virtuales deberán llevar marcas visibles o audibles que permitan a cualquier usuario identificar su origen artificial.