Conexión Pública #50

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Llegamos al episodio 50 y no lo hacemos con un especial nostálgico, sino con una declaración de intenciones. Nace “Los dueños del algoritmo”: una serie de 15 entregas para entender a quienes están decidiendo cómo será la inteligencia artificial… y, de paso, cómo seremos nosotros. Inaugura Sam Altman, pero no viene solo.

La influencia no se hereda: se diseña

La inteligencia artificial no ocurre sola: es diseñada, financiada, regulada y orientada por personas. “Los dueños del algoritmo” nace con esa premisa, y con la voluntad de explorar las decisiones individuales que definen lo colectivo. En esta primera entrega, el foco está sobre Sam Altman, CEO de OpenAI, cuya figura condensa tensiones clave del presente tecnológico: acceso frente a control, velocidad frente a responsabilidad, promesa frente a poder.

Altman no es solo un líder visible. Es un arquitecto de estrategias. Su trayectoria va de la programación infantil en St. Louis a la fundación de OpenAI junto a Elon Musk, pasando por la aceleradora Y Combinator. Bajo su dirección, OpenAI ha lanzado modelos como GPT-4 y Sora, y ha redefinido cómo entendemos la IA generativa. Pero su apuesta más significativa no está en los productos, sino en la visión: una IA que amplíe el pensamiento humano, organizada como infraestructura básica, con modelos auditables y gobernanza compartida. Suena bien. Pero también suena a equilibrio precario entre progreso y vigilancia. La pregunta final que lanza el episodio lo resume todo: si el conocimiento puede automatizarse, ¿qué queda del valor humano?

De describir a construir: Opal y el código como intención

No todo lo que transforma la IA viene de sus modelos más complejos. A veces, una herramienta accesible puede mover las placas de fondo. Esta semana, en la sección “Herramienta IA”, conocemos Google Opal: una plataforma no-code que permite crear miniapps funcionales a partir de descripciones en lenguaje natural. No es ciencia ficción: escribes lo que quieres y Opal lo convierte en una app visual editable. Así de simple. Así de revolucionario.

Opal no busca programadores: busca creadores. Está pensada para quienes tienen ideas, pero no conocimientos técnicos. Para emprendedores, docentes, comunicadores. Su motor combina los modelos más potentes de Google (Gemini, Imagen, Veo, AudioLM) y permite automatizar desde flujos internos hasta experiencias interactivas completas. Además, integra un enfoque colaborativo: cada app puede compartirse, remezclarse y escalar con servicios como Firebase. El salto cualitativo no está solo en la tecnología, sino en el gesto: Opal no te da herramientas para construir, construye contigo. Y eso redefine lo que significa crear con inteligencia artificial.

Aplicar IA sin perder el control: tres ejemplos reales

La sección “IA en acción” deja claro que no hace falta una revolución para generar impacto. Vodafone, StepStone y Bordr son tres ejemplos concretos del uso de n8n, una herramienta de automatización visual que conecta procesos sin escribir una línea de código. El resultado: millones ahorrados, velocidad multiplicada y claridad en cada paso. Lo que une a los tres casos no es el presupuesto ni el sector, sino la filosofía: aplicar IA con propósito y mantener la supervisión humana.

Vodafone redujo tareas repetitivas internas y ahorró más de 2,2 millones de libras. StepStone documentó más de 200 flujos, acelerando 25 veces su integración de APIs. Bordr, una pequeña empresa de trámites en Portugal, creció hasta facturar 100.000 dólares con apenas 18 nodos de automatización. Lo esencial: entender el problema, dividirlo en partes manejables y usar la IA como herramienta de estructura, no de sustitución. Porque pensar antes de automatizar sigue siendo la mejor estrategia.

Cuando el prompt piensa como un consultor

Esta semana, el Prompt de la Semana no es una ocurrencia creativa ni un experimento visual. Es una herramienta de diagnóstico. Un texto que ayuda a aterrizar ideas de IA en casos de uso reales, evaluando impacto, riesgos y medidas de mitigación. Su aplicación es sencilla: defines el tipo de empresa y el área (marketing, operaciones, atención al cliente) y el modelo te devuelve un mapa de aplicaciones viables, con sus ventajas y precauciones.

Este prompt se ha convertido en un recurso habitual entre consultores y directivos porque une tres planos: creatividad, estrategia y ética. Sirve para visualizar oportunidades y anticipar problemas. Pero sobre todo, para profesionalizar la conversación sobre IA. Ya no se trata de entusiasmarse con lo que “podría hacerse”, sino de planificar con criterio lo que tiene sentido hacer. Y esa madurez, en un ecosistema tan acelerado, es oro.

Siete artículos, una misma pregunta: ¿qué IA queremos?

Cada semana, seleccionamos en nuestra web algunos de los artículos más relevantes para entender el pulso actual de la inteligencia artificial. Esta vez, siete piezas dibujan un mapa claro de las tensiones que atraviesan la tecnología: diplomacia global, límites humanos, seguridad de modelos, transformación del liderazgo, poder sin control, nuevos perfiles estratégicos y el frágil equilibrio entre independencia y colaboración.

La India quiere convertir la IA en herramienta diplomática, mientras que Europa regula y China se blinda. Altman y Jony Ive sueñan con un hardware que genere serenidad, justo cuando la IA empuja a más velocidad. Un estudio demuestra que basta un puñado de archivos maliciosos para abrir brechas en los modelos. Y el liderazgo cambia: ahora hay que interpretar, no solo transmitir. Además, la reputación empieza a costar dinero, y el perfil más buscado ya no es técnico, sino institucional: alguien que sepa decir “sí, pero así”. En paralelo, las grandes tecnológicas persiguen autonomía sin aislarse. ¿La conclusión? La IA ya no se mide solo en gigas o líneas de código, sino en criterio, legitimidad y propósito. Todos los artículos completos están disponibles en conexionpublica.es.

El episodio 50 no es una meta: es una apertura. La nueva serie “Los dueños del algoritmo” nos invita a observar cómo se toman las decisiones que están diseñando la IA del futuro. Pero también nos recuerda que cada herramienta, cada prompt y cada caso real es una pieza del mismo puzle. Escucha el episodio completo para conectar todos los hilos.

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