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¿Puede la Inteligencia Artificial Cambiar el Futuro de las Prisiones? Una Oportunidad para la Reinserción Social

La inteligencia artificial (IA) continúa demostrando su potencial para transformar realidades complejas, y ahora llega a un ámbito inesperado: las prisiones. Coracle, en colaboración con la Universidad de Hertfordshire, ha desarrollado un asistente de IA diseñado específicamente para personalizar la educación de los reclusos. Este proyecto no solo busca mejorar las oportunidades de empleo para los ex-reclusos, sino que también podría ser un paso crucial hacia la reducción de la reincidencia.

El contexto actual es preocupante: un 70 % de las personas que salen de prisión en el Reino Unido no logran obtener un empleo estable en los primeros seis meses. Esta falta de estabilidad laboral contribuye a una tasa de reincidencia alarmante del 60 %, muy por encima del 20 % que mantiene Noruega gracias a su enfoque centrado en la rehabilitación. Ante esta realidad, la IA se presenta como una herramienta capaz de cambiar el paradigma, ayudando a los reclusos a desarrollar habilidades reales y adaptadas a sus necesidades individuales.

Aprender para No Volver: La IA como Aliada en la Reinserción

El empleo es un factor determinante para evitar la reincidencia. Tener un trabajo reduce en un 9 % la probabilidad de volver a delinquir. Sin embargo, la educación en prisiones enfrenta desafíos significativos. Un tercio de los presos tiene dificultades de aprendizaje y hasta un 50 % podría ser neurodivergente. Además, muchas personas privadas de libertad experimentan barreras psicológicas importantes, incluyendo una profunda falta de confianza en sus capacidades intelectuales.

Aquí es donde la IA puede marcar la diferencia. El asistente desarrollado por Coracle no es simplemente un tutor automatizado, sino un “compañero de celda” digital que adapta los cursos a los estilos de aprendizaje individuales. Al personalizar la enseñanza, se consigue que cada recluso avance a su propio ritmo, transformando la experiencia educativa en algo accesible y motivador. Además, la estrategia de usar intereses personales —como el ajedrez— para introducir la tecnología y el aprendizaje ha demostrado ser un método efectivo para vencer las reticencias iniciales.

Noruega como Ejemplo: ¿Puede la Tecnología Replicar el Éxito Escandinavo?

El modelo noruego de rehabilitación se ha convertido en un referente mundial. Su enfoque humanitario prioriza la preparación de los reclusos para la vida en sociedad, ofreciéndoles educación, terapia y un entorno que promueve la responsabilidad personal. Como resultado, solo uno de cada cinco presos reincide, una cifra notablemente baja comparada con otros países europeos.

El proyecto de Coracle y la Universidad de Hertfordshire podría ayudar a replicar este éxito, introduciendo una capa tecnológica al modelo de rehabilitación. La personalización educativa mediante IA podría ser el complemento perfecto para un enfoque más integral y humanista, donde la educación no se perciba como una obligación, sino como una oportunidad real de cambio.

Más Allá de la Educación: La IA Como Puente Hacia la Sociedad

El potencial de esta tecnología no se limita al aprendizaje de habilidades técnicas. Un asistente de IA podría, en un futuro cercano, ayudar a los reclusos a prepararse para entrevistas de trabajo, simular conversaciones con posibles empleadores y desarrollar habilidades de comunicación esenciales para la vida fuera de la prisión. Más que una simple herramienta educativa, la IA podría convertirse en un mediador que facilite la reinserción social, proporcionando a los ex-reclusos las herramientas necesarias para reconstruir sus vidas.

Además, el desarrollo de un modelo de IA que funcione sin conexión a internet es un desafío técnico importante, pero necesario por motivos de seguridad en el entorno penitenciario. Esta innovación no solo mejora la accesibilidad, sino que también abre la puerta a futuras aplicaciones en otros entornos cerrados o de difícil acceso.

¿Un Futuro con Menos Rejas? Conclusión

El uso de la inteligencia artificial en prisiones no es solo una novedad tecnológica, sino una propuesta con profundas implicaciones sociales. La personalización del aprendizaje, el apoyo en el desarrollo de habilidades sociales y la preparación para el empleo pueden ser factores decisivos para romper el ciclo de la reincidencia. En un sistema donde el fracaso educativo ha sido la norma, esta IA ofrece una vía alternativa, donde cada recluso pueda convertirse en un ciudadano productivo y con esperanza de futuro.

Este tipo de proyectos no solo contribuyen al bienestar individual, sino que también benefician a la sociedad en su conjunto. Menos reincidencia significa menos gastos públicos en sistemas penitenciarios y una mayor seguridad para todos. La tecnología, bien utilizada, tiene el poder de humanizar, de ofrecer segundas oportunidades y de construir un mundo más justo.

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